[Ramiro Francisco Helmeyer Quevedo] - Ser guardaespaldas: algo más que una película.

Atrás quedó la imagen de un hombre corpulento para garantizar la máxima seguridad 

[detalles por Ramiro Francisco Helmeyer Quevedo].

[Ramiro Francisco Helmeyer Quevedo] - La vida de otros está en las manos de un sola persona.

Kim Kardashian fue víctima de robo millonario en un apartamento en París - Francia. El cuerpo de seguridad fracasó en protegerla. Meses después fueron todos despedidos.

En materia de seguridad, una de las figuras más odiadas son los guardaespaldas, quienes tienen un papel muy importante: proteger la vida de otros. De allí que, para los más expertos, la persona que decide aceptar este papel tiene que tener una alta escala de valores, por cuanto no es recomendable contratar a una persona que sea confiable para salvaguardar y estar las 48 horas pendiente de la seguridad de quien lo contrata.

Fama y seguridad [por Ramiro Francisco Helmeyer Quevedo]

Kim Kardashian fue víctima de un robo millonario en un apartamento en París; los sistemas de seguridad fallaron y los asaltantes esperaron que los guardaespaldas cambiaran de turno para aprovechar y llevarse un botín valorado en más de 600 millones de euros. 

Sin embargo, para muchas personas, en este caso lo mediático de ser protector de una figura tan popular como la Kardashian desvió la misión principal del encargado de protegerla. Meses después todo el cuerpo de vigilancia fue despedido.

Aceptar estos cargos implica en todo momento: disciplina, paciencia, buena memoria, excelente condición física, visión y oído agudos. No se puede ser negligente. Un sólo error puede ser fatal y si es impaciente no es apto para el cargo porque entonces vienen los descuidos y errores que una figura pública no se puede permitir.  

El guardaespaldas tiene que saber la vida de su protegido: eliminar las actividades o amenazas que puedan afectarlo. Para eso tiene que ejecutar planes de seguridad y procedimientos que le posibiliten trazar planes que garanticen la mayor impecabilidad a quienes preste sus servicios. Por eso la diferencia entre servir de guardia a proteger una vida radica en la organización y prevención.

[Ramiro Francisco Helmeyer Quevedo expone acerca de] seguridad y educación

Otro punto esencial y fundamental es la educación. Atrás queda la imagen tosca y ruda de un hombre corpulento, cuya misión es patear y golpear. Algunos contratiempos con sus protegidos, se resolverán con diplomacia, así que nadie querrá a su lado a una persona que no sepa ni comportarse ni expresarse en público. 

Esto se debe a que en la mayoría de las ocasiones los guardaespaldas se desenvuelven en altos niveles sociales, de artistas o ejecutivos y allí tienen que mostrar cultura y presencia.

[Por Ramiro Francisco Helmeyer Quevedo].